martes, 30 de marzo de 2010

Violencia es violencia, sin importar los colores de tu camiseta

Desafortunadamente nos importan poco las problemáticas en las que estamos sumergidos, muchas veces pensamos que los únicos que nos deben o pueden rescatar son nuestros dirigentes; diputados, gobernantes, senadores etc. Nos olvidamos que los cambios, los grandes cambios, empiezan desde abajo, como queremos que nos correspondan cuando nunca nos ponemos a hacer esas modificaciones a las conductas. Hay quien habla de inseguridad, cuando es muy subjetiva la manera en la que se abordan estas temáticas, en primer instancia, todo está en nuestras propias manos, primero, la inseguridad la podemos desglosar y analizar poco a poco la manera en la que se aborda y en la mayoría de las ocasiones las inseguridades colectivas hubieran podido haber sido erradicadas si no fuéramos presa de algunos de nuestros extremos enajenantes de la pertenencia de un todo. Por ejemplo, la mayoría de individuos al enfrentarse con la etapa de pubertad y en la cual una extraña rebeldía invade a la persona, decide buscar su lugar de pertenencia, a veces podemos percatarnos como la etapa de pubertad se expande y eso es lo que nos genera “vagancias bandalescas”, en las que la mayoría nos vemos involucrados desde cualquier punto de vista.
Yendo a otros extremos en los cuales involucramos a las pasiones desmedidas nos encontramos con un modelo que hasta hace poco tiempo se convirtió en uno de los Booms sociales entre el deporte más citado en el país como lo es el futbol, y es que en primer instancia un comportamiento impropio nos invadió (“una extraña característica para nosotros mexicanos ya que casi nuca copiamos comportamientos”) en las tribunas se daban a notar unos canticos irreverentes, diferentes a los comunes, extrovertidos pero que nunca dejaron ni han dejado una buena alternativa de entretenimiento para la sociedad mexicana, un fenómeno que pronto conmocionó y se apropio de todos los rincones del balompié; las barras bravas.
Y es que ahí convergen jóvenes que en sí solo buscan escapatoria alguna para hacerse notar, apropiarse de barrios, sectores de las ciudades para así denominarlos “propio territorio”, yo solo me preguntó, ¿Cada que hay un encuentro de futbol es necesario abarrotar de policías, municipales y estatales para cuidar a estos “niños grandes”?, es absurdo este comportamiento yo se que habrá quien me intente desmentir pero sin embargo no creo que logre dar algún argumento que logre desvariar esta serie de opiniones ya que viendo el país y la problemática en la que vivimos, la falta de ideales que ayuden a encaminar a la sociedad y falta de oportunidades y alternativas para que todos salgamos adelante y dejar de ser un país el cual sigue viviendo con pensamientos pos revolucionarios, que se ha quedado viviendo en el pasado, que se encuentra sumergido en una pausa colectiva que impide pensar, argumentar, pero que sin embargo nos da vida a sensaciones que nunca dejaran de ser parte de la persuasión que ejercen los medios de comunicación al vender y comprar de una forma muy barata las pasiones de los equipos rivales y los clásicos… con estos ideales vacios y llenos de colores de instituciones que solo fundamentan su existencia en la labor de compra y venta sin preocuparse por el “verdadero amor a la camiseta” que se dice en verdad se tiene, con estos comportamientos, no podemos evolucionar, ni mucho menos crecer como sociedad, sigamos sumergidos, hagámonos tontos y alentemos a nuestro equipo, golpeemos a nuestros adversarios que al cabo en el país no hay nada más que hacer que cuidar las aptitudes de los niños que brincan y cantan, pero que andan bien en su propia moda. ¿Según quien?

Víctor F. Rivera Saldaña 8-B T/M Cs de la Comunicación

1 comentario:

  1. Muy buen texto para iniciar el Blog!! Saludos Vic.
    ...PACO MORALES

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