miércoles, 5 de mayo de 2010

¿Qué si es necesario?

Siempre ha de considerarse al racismo y la señalización de los individuos por sus rasgos faciales, su físico y color de piel, la apariencia que muestra la mascara de lo que nos hace existentes en un planeta donde es lo material lo que vemos y apreciamos, pero nos olvidamos que a final de cuentas eso es solamente una máscara; si, parece ser que nadie debate eso, pero luego miramos a la realidad y vemos donde todos se olvidan de lo que cada persona propone, cada día, cada riqueza que puede aportar a nuestras vidas, cada mexicano lleno de propuestas e ideas innovadoras que o por culpa de un sistema que no aprovecha sus buenos elementos, o por otro lado, un pueblo que no reclama ni actúa para que estos sean escuchados y tomados en cuenta; se convierte en una batalla de lo que queremos ser, hacer, y lo que en realidad hacemos, nos quejamos de la condición que se nos impone, pero nadie busca imponer nada.

Luego sucede que un país extranjero quiere tomar sus propias medidas (que independientemente del racismo contra gente de apariencia latina, siguen siendo sus propias medidas) pues es por eso que las fronteras siguen existiendo; cada quien toma sus propias riendas.

El mexicano (indocumentado) entonces se siente ofendido y con el derecho de reclamar ante estas situaciones que si bien es cierto, le afectan pero no estarán en sus manos; no como lo está en las suyas el proponer soluciones en su país de origen, actuar, hacer una revolución innovadora, proponer formas de cambio sin violencia, o con violencia, pero moverse.

¿Qué si es necesario entonces que todo esto se dé para que finalmente el mexicano distraído busque así imponerse en su país, gritarle a los políticos la verdad, romper con esa barrera que los separa de la realidad de su pueblo para que así se pueda aprovechar positivamente la gran variedad en riquezas nacionales, recursos naturales y todo lo que el país posee?


Ángel Hernández

7ºA

1 comentario:

  1. Ángel, bien por tu punto de vista, siempre será refrescante ver la otra cara de la moneda.
    Paco M.

    ResponderEliminar